Lo que sí ganamos en Miss Universo
Cosas de las que no soy fan. Getty Images. |
Es cierto, Colombia no ganó. Pero hubo una cosa importante que celebrar al final de la noche.
Ganamos todas las mujeres con más de 60 de cintura
Ganamos porque por primera vez, Miss Universo incluyó figuras que retaron el estándar de belleza moderno.
Por moderno no quiero decir simplemente del año 90 en adelante: la primera Miss Universo (1952), Armi Kuusela, pesaba 49 kilos cuando ganó. La delgadez lleva muchísimos años acampando en nuestros televisores y nuestra publicidad, así que ver figuras diferentes, específicamente Ashley Graham y Siera Bearchell, fue un triunfo.
Siera Bearchell |
Siera Bearchell, la señorita Canadá, no es excepcionalmente grande, pero sí es claramente más grande que la concursante promedio; normal, se podría decir. Sin embargo, lo valioso de la señorita Canadá no fue sólo su aspecto, sino la forma en que se defendió cuando le preguntaron cómo se sentía de ser más 'voluptuosa' que sus compañeras: se normalizó.
No se presentó como una persona especial, privilegiada o diferente sólo por lograr estar en el concurso siendo gruesa (aunque reconoce ser la primera en decir que está más pesada ahora que cuando tenía 16 años), y tiene razón, porque no tendría por qué ser raro que una mujer pueda ser gruesa y al mismo tiempo muy hermosa.
Además señaló muchas de las cosas que los años le han dejado, cosas que ella quiere considerar más importantes que los kilos. Fue un comentario personal, diferente de los lugares comunes y los clichés generalizados que suelen permear estos concursos.
Ashley Graham |
Ashley Graham es una modelo plus (modela ropa correspondiente a lo que sería nuestra talla L) y fue co-anfritriona del certamen, entrevistando a las candidatas en los camerinos y tras bambalinas.
Es famosa por ser la primera modelo plus en aparecer en la portada de Sports Illustrated en traje de baño, y por hacer defensas apasionadas de la diversidad en la belleza desde sus redes sociales.
Su presencia es aún más trascendental que la de Siera Bearchell porque su puesto como co-anfritriona es una expresión directa de la voluntad de la organización: escoger a una mujer que defiende su celulitis en Instagram como su imagen esa noche fue una señal tácita de apoyo a su causa.
¿Qué importa?
Campaña "Real Beauty" de Dove. |
A corto plazo, es importante porque pone bajo el foco a personas que están luchando por medios de comunicación y redes sociales más amables con las imperfecciones humanas.
A largo plazo, es importante porque los estándares de belleza se construyen socialmente.
Aunque aleguemos que la belleza es subjetiva, los estándares existen. Pregúntense qué comentarios oyeron los que vieron Miss Universo en familia: en mi casa, alguien llamó 'gorda' no sólo a Siera Bearchell sino a otras concursantes, en tono de espanto, y otra llamó 'torcida' a la Miss Universo saliente Pia Wurtzbach. Hubo otros comentarios, pero el 'gorda' imperó.
El ser "gordo" en nuestra sociedad globalizada (siglo XXI) significa muchas cosas: lento, pesado, malo para la actividad física y el sexo, carente de autocontrol (porque si son gordos es porque comen mucho), tal vez sudoroso, tal vez maloliente. Gordo es igual a tonto: el estereotipo hasta tiene sus propios memes.
El ser "gordo" en nuestra sociedad globalizada (siglo XXI) significa muchas cosas: lento, pesado, malo para la actividad física y el sexo, carente de autocontrol (porque si son gordos es porque comen mucho), tal vez sudoroso, tal vez maloliente. Gordo es igual a tonto: el estereotipo hasta tiene sus propios memes.
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Tal vez si mis familiares se encontraran en la calle o en una fiesta con las representantes no dirían lo mismo; tal vez libres del contexto que ordena buscar a 'la más bonita' verían la realidad de otra forma. Pero cuando se ubicaron como jueces 'universales' de la belleza, echaron mano de nociones que consiente o inconscientemente reconocen como mayoritarias.
Y estas nociones no se mantienen en el tiempo: ironicamente, la belleza femenina del Renacimiento europeo (siglos XIV-XVII) implicaba gordura.
"Primavera" de Sandro Botticelli |
La belleza de entonces estaba asociada al dinero y a la posición social. En otras palabras, lo que el rico representara era el ideal físico y moral al que se debía aspirar, así que el estándar de belleza femenina era el propiciado por las mujeres nobles: eran 'gordas' porque no tenían que trabajar, y eran pálidas, porque al no tener que trabajar no tenían que pasar tiempo al sol.
"El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli |
Por supuesto, a nadie se le ocurría que la gordura y la blancura fueran bellos porque la sociedad así lo hubiera articulado; así era, y así debía ser.
Algo similar nos pasa hoy en día: no nos damos cuenta porque estas asociaciones no son consientes, así que la más de las veces simplemente aceptamos la sensación - percepción que nos genera un cuerpo particular sin preguntarnos a qué imaginarios está ligada.
No todo es hermoso
Miss Universo no estuvo exento de problemas, ni mucho menos. La sexualidad de Iris Mittenaere (ganadora y actual Miss Universo) fue motivo de una polémica que alcanzó a oler a intolerancia. Otros aspectos de la belleza siguen siendo lo que siempre han sido, racializados y occidentalizados. Para no restarle importancia a lo bueno, me contuve de tratar del tema de la objetificación, del que no está libre ningún certamen de belleza, sea de hombres, mujeres o personas trans.
Pero estamos avanzando. Encontrar mujeres gordas (y sí, digámoslo así, GORDAS, porque no ser flaca no tiene por qué ser un insulto) entre reinas y modelos de belleza ayuda a romper con las asociaciones sobre las que se fundan estos estándares, y los redefine con el tiempo. Los vuelve más inclusivos, menos dañinos, y sobre todo, más reales y honestos.
Claro, todo depende de que ellas sigan apareciendo en los medios. Pero en ese aspecto influyen directamente los consumidores (es decir nosotros).
- un video-recorrido por diferentes tipos de belleza femenina en diferentes puntos de la historia (menos de 5 minutos, poco texto)
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