¿Felicito o no en el Día de la Mujer?

sábado, 4 de marzo de 2017

¿Felicito o no en el Día de la Mujer?




¿Van a felicitar a sus amigas el día de la mujer? ¿Van a comprarles algo o a sacarlas a comer? ¿No saben qué carajos hacer o decir?

La confusión es general a estas alturas. El día de la mujer ha pasado de ser un día de observación por parte de ONGs, colegios y organizaciones a un día colectivamente reconocido por la gente y por el comercio. Cada 8 de marzo salen ofertas especiales, salen a la venta flores, chocolates, un poco al estilo del día de San Valentín, y salen también protestas, charlas y carteles de 'no felicitar'. Tengo amigas que se molestarían con sus novios si no les dicen algo este día, y amigas que se molestarían si les dicen algo.

Los memes resultan sintomáticos frente a la confusión

Por supuesto, la significación de este día queda a voluntad de cada quien, y la idea  no es emitir sentencia y decir qué se debe hacer el 8 de marzo ahora y para siempre. Lo que quiero es recoger todos los elementos para que, hagan lo que hagan, lo hagan a plena conciencia del legado que reciben, para lo cual es necesario algo de contexto.

La historia del día de la mujer


La celebración de este día fue al comienzo una propuesta del Partido Socialista de Estados Unidos, era nacional y se observaba en febrero. Se gestó para reconocer la lucha de las mujeres trabajadoras, que para 1909 padecían pésimas condiciones laborales y además no tenían derecho al voto. 

Protesta de 'suffragettes'/sufragistas

El día fue adoptado a nivel internacional por el Partido Socialista en 1911 [1]: fue el 25 de marzo de ese año que se dio el famoso incendio de la Triangle Shirtwaist Factory en Nueva York, en el cual murieron 146 personas, en su vasta mayoría mujeres inmigrantes. Por la preponderante mortalidad femenina y por lo que este incendio reveló sobre las condiciones de trabajo a las que se encontraban sometidas (y que llevaron a que el número de muertes fuera tan alto) [2], este incidente fue integrado a la observación del Día de la Mujer. El 8 de marzo se convirtió en la fecha internacional oficial en 1975, por acuerdo de las Naciones Unidas.

Vemos entonces que los proponentes y observantes de esta fecha no querían homenajear a las mujeres por ser mujeres, ni celebrarles fiestas: era un día para volver visible una lucha.

El día de la mujer en 2017




El día de la mujer, como dije más arriba, se volvió polarizante: existe una convocatoria para hacer paro el 8 de marzo, pero muy posiblemente nos encontremos con rebajas en flores y chocolates y publicaciones con animaciones y tarjetas en Facebook. No sería raro que ese fin de semana haya eventos con la mujer como temática en las discotecas, o que amigas, parejas y personas en solitario salgan a 'celebrar' el día. Puedo garantizarles que va a sonar bastante "Mujeres", de Arjona.

Centro: invitación al Paro Internacional (ausentarse del trabajo de 10 AM a 12 PM y no hacer compras ese día). Derecha: Micrófono Abierto en la Universidad de los Andes (turnos de 10 minutos para leer, decir, comunicar etc. algo que se considere relevante al día, sin necesidad de consulta previa)

Yo, con absoluta seguridad, no iré a fiestas temáticas por el día, pero no me extrañaré de que existan; después de todo, este día se ha reconocido como una oportunidad de negocio, y si los negocios ofrecen es porque la gente compra. La capitalización de este día es culpa de todos, no del marketing, las empresas de flores o de Nestlé. 

Seguramente le preguntaré, no a todos, pero sí a los que me lo permitan, qué creen estar celebrando, para que le dediquen un minuto así sea a la reflexión. 

¿Celebran a la mujer por ser mujer? Esto no es feminismo, como creen algunos. La lucha de todos estos años ha sido por la igualdad, no para invertir los papeles y que se nos premie por haber nacido con útero. 

¿Celebran a la mujer por ser hija, madre o esposa? El problema aquí es que todos estos roles generalizados han sido históricamente impuestos (aún el de hija, marcado por el ideal cuasi-religioso de la 'buena hija'). ¿Que su madre decidió ejercer el derecho de serlo a plena consciencia y además lo hizo muy bien? Bueno, felicítela. El feminismo se trata de eso: de ejercer los derechos y la libre escogencia, sea el de elegir ser madre y/o ama de casa o elegir no tener hijos y/o desempeñarse en otro ámbito. 

¿Celebra a X, una mujer específica de su vida? Si está feliz de que su ser querido-mujer exista, no espere al ocho de marzo para decírselo. Ni al día que le corresponda según la tradición, ni a su cumpleaños: dígaselo todos los días. Y pregúntese si es especial por su género o simplemente porque es una persona admirable, porque el feminismo, repito, busca que el género por si solo no se convierta ni en motivo de celebración ni en motivo de lamento. Así que nadie es especial por ser hombre o mujer, así no más, sin contexto.

Entonces: ¿felicitar o no felicitar?




Lo dicen los cucos: yo decido. Cada quien vea con qué resuena ese día, y hágalo.

Yo felicitaré. Lo haré diciendo 'feliz día de los DERECHOS de la mujer' sin importar a quién me dirija porque todas somos titulares de derechos. También lo haré porque recuerdo con dolor a una persona que quise mucho y que se negó a felicitarme por años porque yo 'no había hecho nada por los derechos de la mujer'. Nunca he sido Simone de Beauvoir, pero fue (y sigue siendo) doloroso sentir invalidados aún mis pequeños esfuerzos, y por eso nunca he dejado de felicitar a ninguna: no seré yo la jueza que les diga que han hecho muy poco, porque no sé.

Y no me enojaré con las flores y los dulces. Seguramente reciba unos cuantos por 'ser mujer', ser 'una buena mujer' o cualquier otra cosa que no me haga sentir cómoda, pero no voy a asumir que quien lo hace quiere pisotearme y por eso no reaccionaré con rabia. ¿Por qué? Porque aunque no estemos en la gloria igualitaria, en esos detalles hay visibilidad, hay reconocimiento, y hay motivos de alguna felicidad:
"Las feministas festivas, dice la Moran, denuncian lo que falta pero también celebran lo conquistado. Mi bisabuela no podía votar ni heredar. Mi abuela podía ser asesinada impunemente si era descubierta siendo infiel. Mi madre debió adoptar el apellido de su esposo cuando se casó. Ningún colectivo que conozco ha logrado tantos logros en tan poco tiempo. Entonces sí, hoy recibo flores y felicitaciones. No por mí: por ellas". - Viviam Unás, 2016



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